Clara se encontraba disfrutando de una bien merecida taza de té luego de un día de arduo trabajo. Lo acompañaba con galletitas y resolvía un crucigrama, uno de sus pasatiempos predilectos. Sin embargo, los problemas y pequeñas distracciones, siempre están al orden del día y así fue como su gatito, Bolita, le dio un susto al saltar sobre su regazo y, ni corto ni perezoso, el minimo dejó caer un dedo humano sobre el plato de galletitas.

-¡Pero que diablillo eres! Mamá ya te ha dicho que no te acerques a su habitación especial. Dijo Clara con dulzura, mientras acariciaba el lomo del gato.

#Clara